San Jerónimo de Tunán está ubicado a la margen izquierda del Valle del Hatunmayo (llamado desde 1782, valle del Mantaro), al pie y al oeste de los cerros San Blas y San Sebastián, en cuyas cumbres se encuentran los restos arqueológicos de Unishcoto. Durante la época preincaica habría estado poblado por 4 ayllus llamados Apu Alaya, Apu Guala, Poma Wasa y Paca Guala. Posteriormente, al ser conquistados por los incas, pasó a ser la saya llamada Lurin Huanca, situada al centro de la nación Huanca. A la llegada de los españoles al Perú, el Hatun Curaca de la saya de Lurín Huanca era el Apo Manco Guacrapáucar, quien fue bautizado con el nombre de Jerónimo de Guacrapáucar, con residencia en Tuna, es decir, la capital de la Saya. Según el Dr. Waldemar Espinoza Soriano, las huancas fueron aliados de los españoles en la conquista, prestando toda clase de ayuda para aniquilar al Imperio de los Incas. Actitud que no se puede considerar como traición al Tahuantinsuyo, toda vez que constituían una nación diferente a la de ellos. La fundación de San Jerónimo de Tunán como pueblo de indios corresponde al año 1565, cuando gobernaba el licenciado Lope García de Castro, orden que fue cumplida por el capitán Juan de Larreinaga Salazar. Al establecerse el Virreinato del Perú en 1532, y de acuerdo a la nueva división política eclesiástica impuesta por España, San Jerónimo pasó a ser curato del Corregimiento de Jauja. El año 1782, a raíz del levantamiento de José Gabriel Condorcanqui Noguera (Túpac Amaru II), el virrey Don Agustín de Jáuregui promulgó ordenanzas suprimiendo los corregimientos y creando las intendencias. Jauja se convirtió en subdelegación de la Intendencia de Tarma, con un total de 14 curatos, San Jerónimo de Tunán era uno de ellos. En 1854, al estallar la revolución en contra del general Rufino Echenique, encabezado por el mariscal Ramón Castilla, San Jerónimo de Tunán permaneció fiel al Gobierno Constitucional, y esta actitud, más la
solicitud hecha por el síndico procurador de la localidad, Don Jorge Turín, le valió para su ascenso a la categoría de distrito por resolución suprema, firmada el 5 de octubre de 1854. Durante la campaña de la Breña, los jeronimianos fueron los primeros en ponerse a las órdenes de Cáceres, organizados en el batallón San Jerónimo, participaron activamente en la guerra. En recuerdo a esta gesta heroica se realiza la danza de los Avelinos. En 1939, la comunidad de indígenas de San Jerónimo de Tunán fue inscrita de acuerdo a la legislación peruana por Decreto Supremo del 24 de junio del mismo año. El pueblo, muestra una arquitectura típica de sierra, con casonas de estilo colonial y republicano, de amplios portones y balcones tallados en madera. Al mismo tiempo San Jerónimo de Tunán es reconocido a nivel regional y nacional, por la habilidad que tienen sus artesanos para trabajar la plata y el oro, elaborando finas joyas, empleando diversas técnicas, entre ellas la filigrana con la que confeccionan aretes, medallas, cofres, mariposas, plumas de pavo real, flores, cubiertos, veleros, carros antiguos y tractores en miniatura; con la técnica de la cera perdida confeccionan dijes, anillos, solaperas, aros, búhos y porta lapiceros; mientras que con la técnica de vaciado en caja confeccionan pavos, gallitos, vicuñas, ceniceros, picaflores, yuntas de bueyes entre otros y la técnica del enchape la utilizan principalmente para hacer coronas de vírgenes y santos, sahumerios, platos recordatorios, placas, cuadros, marcos, floreros, así como para enchapar las andas de las imágenes religiosas que salen en procesión de las iglesias. Una de sus principales arterias es la calle Arequipa, donde se comercializan estas singulares obras de arte. Entre las principales familias dedicadas a esta línea artesanal se encuentran los Zanabria, Cantorín, Rodríguez, Ponce y otros. Para la elaboración de sus obras de arte los artesanos utilizan la plata de 925 de ley.
LUGARES TURISTICOS DEL DISTRITO DE SAN JERONIMO DE TUNAN
Danza TIPICA DEL DISTRITO
La danza de Los Avelinos, tiene su origen ancestral en la infausta Guerra del Pacífico, allá por los años de 1879 a 1883, en la que durante la Campaña de resistencia”, muchos hijos de San Jerónimo de Tunán,integrando entre ellos sus anexos como Antacoto (hoy Saño) ofrendaron su vida en defensa de su tierra natal y de la tierra de sus antepasados.
San Jerónimo, distrito de Huancayo, es el auténtico pueblo y cuna de los Avelinos. Esta danza se presenta todos los años con ocasión de las fiesta tradicionales del 16 de agosto en honor al venerable médico San Roque, la efigie o Huamani más majestuoso que el pueblo eligió al invencible héroe de las cumbres y valles de las tierras terrígenas de los Wankas.
Vestimenta: los danzantes llevan zapatos negros,algunos lo hacen con ojotas, acompañándolo de saco y pantalón.
Esta danza, Los Avelinos de San Jerónimo de Tunán, fue declarada por el Instituto Nacional de Cultura como Patrimonio Cultural de la Nación mediante Resolución Directoral Nacional N° 1013/INC el 31 de julio de 2008